jueves, 17 de abril de 2008
Exposición de Roberto García, Socio del Fotoclub CeiC
Inicio de la muestra: El 20 de Abril a las 16:00 hs, será la apertura, y tendrá una duración de un mes aproximadamente. La muestra esta compuesta por cuarenta obras todas de la autoría de Gustavo Coronel y Roberto García. La muestra se ha podido realizar gracias al gran esfuerzo de los directivos de la Reserva Ecológica Costanera Sur y el apoyo de la empresa Panasonic.
viernes, 4 de abril de 2008
Próximo safari: 27 de abril
Resultados del 2° Concurso Interno Fotoclub CeiC
Infraciclo (3): "Mutación (el fin de la adolescencia)"
"Otoño"
"En desacuerdo"
Mariana Alfonso (2): "Espejismo otoñal"
"Vestida con la piel"
Natalia Medina (2): "Nacimiento"
"Fantasma"
Jorge Perez (1): "Mirada"
Miguel A. Gutierrez (1): "Alta tensión"
Roberto García (1): s/t
Pedro Morales (1): "Vacío demencial"
viernes, 28 de marzo de 2008
Inauguración de la Exposición de los Audiovisuales
miércoles, 27 de febrero de 2008
Un safari confirmado y otro por confirmar
En la próxima reunión se confirmará el safari del domingo santo (23/03). San Antonio de Areco y Monte son los lugares que se pueden llegar a visitar.
El viernes 7 de marzo, el grupo de socios estará presente en la inauguración de la muestra fotográfica en el Centro Cultural de la Cooperación, aprovechando la ocasión para visitar muestras fotográficas metropolitanas.
viernes, 15 de febrero de 2008
Primer safari del año: La Boca
jueves, 7 de febrero de 2008
Nos volveremos a ver
Traigan las ideas que sabemos pensaron durante las vacaciones y después de un corto tiempo... nos volveremos a ver.
Interesante artículo para discutir un rato
El doble filo del RAW Por Eduardo Parra.
- Hoy les propongo un ejercicio práctico: cojan papel y lápiz y traten de averiguar, sin calculadora, la raíz cuadrada de 2.746,25. ¿A alguien le salen las cuentas? La inmensa mayoría de los lectores lo habrán dado por imposible. Y es que hoy casi nadie recuerda -me incluyo- cómo se hacían las raíces cuadradas.
En el mundo fotográfico nos está ocurriendo lo mismo. A fuerza de pedir cámaras más sencillas y eficientes nos hacemos peores fotógrafos. Hoy prácticamente nadie enfoca a mano a la hora de disparar; todos dependemos del autofoco, incluso en los retratos más elementales o los escenarios más inmóviles. Por qué hacerlo yo si la cámara lo hace por mí.
El formato RAW,
el formato de imagen sin
procesar, está convirtiendo a
los fotógrafos en máquinas
Pero el autofoco es sólo el principio. La nueva hornada de cámaras digitales que desde hace un par de años ha inundado los catálogos cuenta en su haber con tanto automatismo que es prácticamente imposible encontrar un fotógrafo que no los utilice. Del autofoco al programa; del programa a la sensibilidad automática; de la sensibilidad automática al RAW... ¡Ay, el RAW!
El formato RAW -el formato de imagen bruto, sin procesar- está convirtiendo a los fotógrafos en máquinas. Del mismo modo que hace cinco años, cuando las primeras SLR digitales "de verdad" se asomaban al escaparate profesional, empezamos a ceder el control de la imagen al posprocesamiento, hoy es el RAW y todas las posibilidades que acarrea el motivo de nuestra desidia.
Con la llegada de la fotografía digital dejamos de encuadrar bien, porque luego en el ordenador podíamos reencuadrar a voluntad. Después decidimos no movernos de sitio, porque ya borraríamos esa molesta farola en el ordenador. Luego ocurrió que decidimos no repetir la foto de los ojos cerrados, que ya los abriríamos con el Photoshop. Y ahora que el RAW campa a sus anchas por el mundo fotográfico, casi ni fotografiamos.
El RAW nos ha
atrofiado tanto la glándula
fotográfica que ya muchos
no sabríamos ni medir
No medimos, porque luego con el RAW subimos o bajamos la exposición, recuperamos los "quemados" y conferimos detalle a las sombras. No balanceamos, porque luego en el editor podemos elegir la temperatura de color que queramos. No miramos el perfil de color, porque al final impondremos los colores que queramos.
El RAW nos está convirtiendo en autómatas; nos ha atrofiado tanto la glándula fotográfica que ya muchos fotógrafos no sabríamos ni medir, si fuera necesario.
Entre el prueba-y-error y las correcciones a posteriori, la fotografía se está convirtiendo en una disciplina informática, despojada de los escasos indicios de arte que conservaba. Ya no somos fotógrafos: somos editores. Retocadores. Manipuladores de imágenes.
Decía no hace mucho que nos hemos idiotizado tanto con el ordenador que casi nos vemos obligados a editar, incluso aunque no sea necesario.
Ya no somos fotógrafos:
somos editores, retocadores,
manipuladores de imágenes
No sé a los lectores, pero a un servidor le da la misma sensación que cuando empezaron a imponerse los cierres centralizados en los coches, que aun después de cerrar con el mando a distancia uno iba a la puerta a comprobar que no se abría. Ahora ya ni nos acordamos del lado hacia el que debe girarse la llave.
El ordenador -en general- y la fotografía digital -en particular- nos han facilitado tanto las cosas que hemos dejado la esencia de la fotografía perdida en el cajón de los objetos olvidados.
Aseveraba hace años un joven fotógrafo en estas mismas páginas que "la fotografía digital no es fotografía". Le llovieron las críticas hasta en el carné de identidad, incluido las de quien les escribe, pero ahora casi empiezo a pensar que tiene razón.
Fotografiar no es
sólo hacer clic: es mirar,
observar, componer, asimilar,
crear… tener la foto
La fotografía, el romántico concepto de pintar con luz, será siempre fotografía, se haga con haluros de plata o con píxeles. El fondo de la cuestión reside en si nosotros, los fotógrafos del siglo XXI, nos olvidaremos de su esencia.
Fotografiar no es sólo hacer clic. Es mirar, observar, componer, asimilar, crear. El secreto no está en sacar grandes tomas de una serie subexpuesta o mal balanceada. El secreto es hacer la foto, tengamos o no a mano el ordenador.